'Las piedras están vivas', Karina Skvirsky
Artistas: Karina Skvirsky
Fechas: 12 de Febrero de 2022 a 26 de Marzo de 2022
LAS PIEDRAS ESTÁN VIVAS
La exposición de la artista estadounidense con orígenes afroecuatorianos, Karina Skvirsky (USA, 1969), es la segunda muestra con la que la galería Ponce+Robles arranca su proyecto expositivo, Centro de Conexión Permanente, que se desarrollará durante los años 2022 y 2023 y en el que el elemento central y vertebral es el papel del espacio galerístico en un mundo actual digitalizado y globalizado. En palabras de Mariano Navarro, “su capacidad comunicativa, las posibilidades que habilita y que ponen en contacto tanto a personas como a ideas, con la pretensión cierta de que esa madeja de diferentes y diferenciadas sinapsis surja un discurso estético, visual y social más denso y rico que el que se desprendería de la casi caduca mera presentación temporal de la producción de los artistas.”
En este caso, la conexión se produce entre el espacio de la galería y una Bienal, concretamente la Bienal de Cuenca (Ecuador). De este modo el proyecto de Karina Skvirsky “Geometría Sagrada” es presentado en la galería en 2019, fue posteriormente llevado ARCO Madrid y a FRIEZE Nueva York. El trabajo llama la atención de la comisaria de la Bienal, Blanca de la Torre, quien selecciona a Skvirsky para presentar su obra en vídeo “Cómo construir un muro y otras ruinas” (2021) que es un desarrollo ulterior de “Geometría Sagrada”y que en 2022 vuelve al espacio de Ponce+Robles en su última forma de ampliación: la serie “Rumi” (piedra).
De acuerdo con el texto escrito por Blanca de la Torre para la Bienal, “la instalación y vídeo presentados en Cuenca proponen una para ficción en torno a los logros de ingeniería de la arquitectura Inca de Ingapirca, en Ecuador. Karina reimagina la mano de obra, llevada a cabo por mujeres, y dedica su obra a construir una obra ampliada en la que se materializan teorías de expertos y pone sobre la mesa qué puede aportar la tecnología Inca al conocimiento de hoy y qué significa poner en primer plano el conocimiento indígena. En la videoinstalación, ingenieros, antropólogos e historiadores del mundo precolombino son entrevistados sobre sus teorías de cómo los Inkas construyeron los muros de Ingapirca. Usando una estructura de video de ‘instrucciones’ de YouTube. La artista superpone teorías en torno a las técnicas de su construcción y explora el legado del conocimiento indígena en las comunidades, proponiendo fantásticos roles de género en la historia. Las entrevistas se yuxtapondrán con un video-performance en el que la propia artista junto a una brigada de mujeres ecuatorianas de Ingapirca, activan las teorías divergentes de los expertos construyendo el muro en la provincia ecuatoriana de Cañari utilizando materiales reciclados (cajas de cartón tapizadas con bolsas plásticas).”
En comunicación con el muro como elemento principal que sirve para articular la serie de Karina Skvirsky, en la galería Ponce+Robles se presentan la serie “Rumi” (piedras).
La perspectiva desde la que la artista encara su discurso surge a raíz de Carolyn Dean, “La cultura de la piedra”. En la obra mencionada Carolyn Dean escribe sobre el significado de la piedra en la cultura Inka. Las piedras eran consideradas sagradas, no sustitutos de deidades, individuos o el pasado. Mientras los Inkas expandían su imperio hacia el norte, se detuvieron en lo que hoy se conoce como Ecuador. Allí encontraron a los Cañari, un grupo indígena nativo de la zona. Con mano de obra cañari construyeron Ingapirca, el sitio arqueológico Inka más importante del Ecuador. Al igual que Machu Picchu, el sitio está formado por piedras cuidadosamente talladas que se colocan muy cerca unas de otras sin mortero.
Durante los últimos tres años, Skvirsky ha estado fotografiando piedras Inka en Ingapirca con una cámara de gran formato. Las repetidas visitas a Ingapirca han dado lugar a muchas conversaciones con los residentes locales de la provincia de Cañar. Llama la atención cómo hablan de sus raíces indígenas. Ven a los Inkas como colonizadores, que los esclavizaron e invadieron sus tierras durante 70 años. En cambio, sí se identifican con su ascendencia Cañari.
“Rumi” se basa en estas conversaciones e investigaciones para explorar fotográficamente la relación entre los Inka y cañari. El registro arqueológico muestra que mientras los Inka impusieron su cultura y arquitectura a los Cañari y otros grupos indígenas, también convivieron con ellos. Las estructuras Inka se sientan al lado de las Cañari. Si bien su relación no era una sociedad, la expansión Inka, aunque violenta, no resultó en un genocidio de indígenas como lo hizo la conquista española.
En esta serie de collages que Skvirsky ha realizado recientemente, las piedras Cañari, de forma orgánica, se yuxtaponen con Inka piedras talladas en divertidas composiciones geométricas. Los bloques de color en los collages se yuxtaponen con la textura y realismo de las fotografías recortadas de las piedras que sugieren, a través de la abstracción, la tensión entre los dos culturas y las complejidades de cómo se percibe su historia.